Médicos Destacados
Si bien ser un medico de la peste en la época de la plaga era un trabajo relativamente común entre los médicos locales o los aspirantes a médicos, y a pesar de que su numero era limitado a un medico local por provincia, ademas de que estos debían de ser muy reservados en cuanto al contacto que se tenían con las personas, ademas de que guardad cierto régimen de confidencialidad, algunos de estos médicos, ya se por su trabajo como médicos de la peste o por su trabajo aparte, fueron importantes como para tener un registro histórico
Nostradamus
Michel de Nôtre-Dame también llamado Michel Nostradame, usualmente latinizado como Nostradamus, si bien cuando se piensa en sus famosas profecías, en este blog no se profundizara en estas, aunque cabe destacar que es un tema mas que fascinante.Fue un médico francés y supuesto adivino (aunque se debería de haber ganado ya el titulo oficial) , más conocido por su libro "Les Propheties"Época de estudiante
A la edad de 15 años, Michel ingresó en la Universidad de Aviñón, en Francia, para estudiar el bachillerato, tiempo tras el cual se vio en la necesidad de buscar una nueva institución donde continuar sus estudios a causa de la clausura de Aviñón por la epidemia de peste negra persistente durante esa época.Años después, ingresó a la Universidad de Montpellier para estudiar Medicina, pero fue expulsado de la escuela de medicina cuando se descubrió que era boticario ya que el trabajo estaba prohibido para los estudiantes.La aparición de la peste bubónica interrumpió nuevamente sus estudios, y se vio obligado a viajar por toda Francia asistiendo a los enfermos a través de la estructuración de mejores dietas en la alimentación y vestimenta de cama, agua y pasillos bien aseados.En 1530, regresó a Montpellier para recibir su doctorado, pero la conservadora de la universidad lo expulsó al descubrir su anterior oficio como boticario, una ocupación estrictamente prohibida por los estatutos de la universidad.
Después de su expulsión, Michel volvió a ejercer sus conocimientos como boticario en una sociedad atemorizada por la existente epidemia de peste.
Primer matrimonio
En 1531, Michel fue invitado por el médico Giulio Cesare Scaligero para acudir al pueblo de Agen, donde desposó a una mujer cuyo nombre se encuentra aún bajo disputa ―se discute entre Anna de Cabrejas (una joven catalana, de Perpiñán) y Henriette d'Encausse―, con la cual tuvo dos hijos. En 1537 murieron su esposa y sus dos niños, presumiblemente a causa de la peste bubónica.
En 1545, acudió, con el físico Louis Serre, a combatir un brote de peste en la comunidad de Marsella, para luego continuar en su intento por la erradicación de la misma en las regiones de Salon-de-Provence y Aix-en-Provence.
Esta fue su ultima participación como medico de la plaga o estar en contacto con esta profesión.
Giovanni de Ventura
Contrato de 1479
Ventura negoció un lucrativo contrato como médico especialista municipal con la ciudad de Pavía, para tratar a los pacientes de peste bubónica, acababa de terminar su formación universitaria y deseaba abrirse camino en la profesión de médico. Su contrato constaba de 16 cláusulas, que estipulaban las condiciones en las que desarrollaría su labor. Respecto a su salario, se fijó en 30 florines al mes, una cantidad elevada para la época, de lo que resulta un total de 360 florines al año; el trabajador cualificado promedio ganaba unos 60 florines al año en la Italia del siglo. XVAsimismo, en virtud de su contrato, se le otorgó una casa completamente amueblada y dinero para cubrir sus costes de vida, así como una indemnización por despido que se haría efectiva cuando su contrato terminara. Dicha indemnización consistía en el pago por adelantado de dos meses de su salario. Por tanto, Ventura tenía prohibido cobrar por sus servicios a sus pacientes a título individual, ya que la ciudad pagaba su sueldo del erario público.
Sin embargo, el beneficio más importante que le concedía su contrato era el derecho a la ciudadanía de Pavía, lo que le permitiría trabajar fácilmente como médico en la urbe una vez que el contrato municipal tocara a su fin
- Por añadidura, estaba obligado a visitar a sus pacientes todas las veces al día que fuera necesario, acompañado de un escolta designado por la propia ciudad para evitar que contagiara a personas sanas entre visita y visita.
- Tampoco podía atender a enfermos que hubiesen contraído otras enfermedades, solo a aquellos aquejados de peste bubónica.
0 Comentarios