Contrato de Médico de la Peste
Los médicos de la peste negra eran específicamente contratados por las ciudades en tiempos de epidemia, para tratar a pacientes de la localidad que pagaba su sueldo, fueran estos ricos o pobres.
Su contrato les otorgaba una doble responsabilidad: tratar a los enfermos de peste y abstenerse de atender a otros enfermos, esta última cláusula motivada por la intención de evitar el contagio entre paciente y paciente a través de un médico compartido.
Contrato
Un contrato de médico de la peste negra era un acuerdo entre los administradores de una ciudad y uno de estos extraños médicos para tratar a los enfermos de peste bubónica.
Los médicos de la peste negra tenían que atravesar un largo período de cuarentena después de tratar a sus pacientes; algunos se vestían con el traje de médico de la peste durante este aislamiento.
Estos profesionales tenían que vivir aislados del resto de la población para evitar que actuasen como vector de transmisión de la peste bubónica, medida usualmente acordada en sus contratos.
Estos acuerdos se hallan en los archivos municipales de muchas ciudades europeas.
El archivo de Pavía conserva documentos de uno los contratos más antiguos, se trata del de Giovanni Ventura que firma como médico de la ciudad en 1479.
- – Salario mensual de 30 florines.(Teniendo en cuenta que un trabajador considerando que la mayoría de profesores de universidad ganaban menos de 200 al año, era un buen sueldo)
- – Dos meses de sueldo por adelantado.
- – Casa gratis o con alquiler bajo.
- – Dos meses más de salario una vez acabado el contrato.
- – Concesión de la ciudadanía.
Al igual que cualquier médico profesional de la época, Ventura estaba obligado a seguir un código de conducta profesional y a vestir el atuendo propio de los médicos en acto de servicio.
Tenía que demostrar:
Tenía que demostrar:
- Buenos modales
- Ser cauto pero sin caer en la cobardía
- Abstenerse de practicar falsas curas
- Hacer gala de un comportamiento
2.–Casto
3.–Sobrio
4.–Piadoso
En lo tocante a sus pacientes, había de tratarlos con dignidad y respeto, en especial a las mujeres. Su contrato también recogía la prohibición de charlar de manera intrascendente con el ama de llaves de su casa, su hija o las criadas de la casa.
3.–Sobrio
4.–Piadoso
- Trabajar en equipo con sus colegas de profesión y dispensar un trato amable
- Demostrar sabiduría y profesionalidad a la hora de realizar un pronóstico
- Facilitar respuestas honestas y directas a cualquier pregunta que le plantean.
En lo tocante a sus pacientes, había de tratarlos con dignidad y respeto, en especial a las mujeres. Su contrato también recogía la prohibición de charlar de manera intrascendente con el ama de llaves de su casa, su hija o las criadas de la casa.
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